Celebrando a Eunice Kennedy Shriver y el legado viviente de un ícono de la inclusión.

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¿Quién era Eunice Kennedy Shriver?

Dependiendo a quién preguntes, y en qué momento de los últimos 100 años se hiciera la pregunta, las respuestas podían variar considerablemente.

Eunice, la renegada de la prestigiosa familia Kennedy. Eunice, agitadora y provocadora de cambios sociales. Eunice, bondadosa y llena de amor, pero firme como una roca a la hora de defender los derechos civiles, la igualdad y la inclusión.

Una de las características más distintivas de Eunice era su inclinación por desafiar a los demás. No sólo atléticamente, sino moralmente. Para ella, no utilizar tu potencial y los recursos disponibles al máximo era un despropósito, tanto para uno como para los demás. Y ella misma no perdía una sola oportunidad para enseñar o aprender.

Su genuino amor por su hermana Rosemary Kennedy, y su pasión por la justicia, llevaron a su más importante legado: la creación de Olimpiadas Especiales.

Su legado: una lucha que perdura

La experiencia dentro de su propio entorno, como parte de una familia influyente, privilegiada y poderosa, que a pesar de todo eso, trataba a su hermana mayor Rosemary como un penoso secreto, influyó en muchas de las decisiones de Eunice. Ella sabía que las personas con discapacidad intelectual tenían un increíble potencial para disfrutar de actividades físicas, crear lazos de amistad y vivir la alegría que éstas cosas aportan a nuestras vidas — Si se les diera la oportunidad. Y en la mayoría de los casos, esto no ocurría.

Eunice, una mujer de armas tomar, decidió que, si nadie más lo estaba haciendo, entonces le tocaría a ella brindar estas oportunidades.

Y así lo hizo, desarrollando un “campamento de verano” para jóvenes con discapacidad intelectual en su propio hogar, a la que bautizó como “Campamento Shriver”. Poco a poco, impulsado por el boca-a-boca de familias agradecidas, jóvenes de diversos orígenes visitaban el Campamento Shriver y ahí jugaban, aprendían, cantaban, compartían y reían como nunca lo habían hecho.

Pero no era suficiente.

En el resto del mundo, la necesidad de un mensaje y ejemplo de inclusión era urgente. Olimpiadas Especiales nace para llenar ese vacío; para ofrecer a las personas con discapacidad intelectual las oportunidades para participar y disfrutar del deporte y de todos los beneficios que eso conlleva.

En las 5 décadas desde su fundación, Olimpiadas Especiales ha crecido y evolucionado también, incursionando en temas de inclusión, liderazgo y oportunidades para personas con discapacidad intelectual, tanto dentro como fuera de la cancha, hasta sirviendo como un referente en temas de salud y educación inclusiva.

Pasando la antorcha, iluminando el camino

“El legado que deja Eunice es ese trabajo en familia, porque todos en Olimpiadas Especiales trabajan, aportando su granito de arena, en más de 200 países en el mundo. Olimpiadas Especiales es la segunda familia para nosotros; es un Movimiento en el que todos — mamás, papás, hermanos, hermanas, tíos, tías — forman parte.”

Álvaro Miranda es un Atleta Líder de Olimpiadas Especiales Perú. Conoció a Eunice “acá en Lima, cuando vino a una reunión”, y a lo largo de los años, se reencontraban en eventos de Olimpiadas Especiales en diferentes partes del mundo.

En su rol como Mensajero Global Sargent Shriver para América Latina, portavoz y representante de sus compañeros, Álvaro visitó muchos países y participó en muchos eventos de inclusión. Compartía momentos con Eunice cada vez que coincidían, y la frase que más recuerda de ella es cuando se dirigió a los atletas de Olimpiadas Especiales y dijo “Ustedes son las estrellas y el mundo entero los está viendo.”

Eunice Kennedy Shriver junto a Álvaro Miranda, Atleta Líder de Olimpiadas Especiales Perú

Hoy en día, Álvaro sigue siendo un importante miembro de su comunidad, dentro y fuera de la cancha. Aunque celebró su décimo aniversario en su lugar de trabajo, reconoce que todavía queda mucho por hacer.

“Hay algunas empresas que no respetan. Es importante demostrar a la comunidad, familia y amigos, que aprendemos a nuestro ritmo.” Y nos cuenta un poco sobre sus planes futuros: “En Perú, quiero organizar una liga de fútbol unificado (equipos conformados por personas con y sin discapacidad intelectual), y proponer la creación de una liga unificada”.

Álvaro simboliza el legado viviente de la visión y labor de Eunice Kennedy Shriver. Él y sus compañeros, con o sin discapacidad, cargan la antorcha hacia ese mundo realmente inclusivo, donde se aprecie el valor y los dones individuales que las personas brindan a la sociedad y su entorno.

Y representa también los pasos que está tomando el Movimiento para pasar de ser una organización para personas con discapacidad intelectual a una organización liderada por y para personas con discapacidad intelectual.

Álvaro nos cuenta, emocionado, sobre sus otras experiencias con Olimpiadas Especiales, a nivel global y local. Recuerda encarecidamente compartir palabras y espacios con personalidades e íconos, como Nelson Mandela, Muhammad Ali, Nadia Comaneci, entre otros. Cuando regresa al tema de Eunice y otros mentores, tiene lo siguiente que decir: “Un mentor debe tratar a los atletas como personas, y no aniñarlos, sin darle valor a la experiencia que tienen ellos. Formar atletas líderes comienza con el trato. Hay que romper paradigmas”.

Un cumpleaños muy especial

Al celebrar el centenario del nacimiento de Eunice, es importante recordar ese valor inherente a cada persona. No es casualidad que, en el mes de su cumpleaños, el mismo en el que celebramos el aniversario de nuestra fundación, hayamos decidido honrar a los Campeones de la Inclusión — hombres y mujeres de todo nivel de habilidad, etnia, género y origen, que con sus acciones individuales construyen un mundo más inclusivo, y al hacerlo, tocan las vidas de otros, inspirándoles a tomar acción.

Como ondas en un lago, ese efecto multiplicador va agarrando fuerzas — todas las acciones que comparten un objetivo, sin importar que tan grandes o pequeñas sean, terminarán creando una ola avasalladora.

Una avalancha de amor e inclusión.

La mejor manera de felicitar a Eunice en su centenario es formando parte de su legado viviente. Las injusticias del presente y los problemas sociales son muchos, pero no desaparecerán solos. Sé un Campeón de la Inclusión, como Álvaro y los miles de miembros de Olimpiadas Especiales, y ayuda a crear un mundo de dignidad, justicia e igualdad para TODOS.

#EKS100 #CampeonesDeLaInclusión #EligeIncluir

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Olimpiadas Especiales América Latina

Olimpiadas Especiales América Latina tiene presencia en 20 países de la región, y llega a 387 mil atletas que participan en más de 5,400 competencias deportivas